En la urbanización Las Mercedes
la bestia se nos encimó con piel perfumada
y cara bonita de Chanel
reclamando la droga de la oscura pantalla
Ahí vimos al odio del raudo hommer
bien comido y bien vestido
con Giorgio Armani
incrustarse como antiguo
en piel trabajadora
la temerosa bestia
de ojos verdeazules construidos
en Maxfactor y Avon llama
disparó su mirada Revlon
atapuzada de cajitas felices de Magdonal
buscando señoriar la muerte
como en Irak o Palestina
¿Qué puede importar a la bestia
las bombas que abren lomos de flores
negras o árabes o indias
cuando sólo quiere su libertad de fashion expresión
por eso exige su derecho a tener una bandera a lo
Ives Saint Laurent con estrellas de caritas felices
siempre al revés que se llame Zuuela
ella como el amo
manda
y cuando nadie obedece
mata.
es impecable en su ropa casual
Oscar de la renta petrolera
Pero hay un algo de odio que le supura
Que le gotea
Que nos mancha a todos
Que incomoda
Que nos obliga a vivir sin ella
El veintiocho la bestia mostró su vacío carapacho de insensible cadáver vociferando hacia la nada el dolor de lo perdido.
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